XXXII.-Causas permanentes del Liberalismo en la sociedad actual. Indice de "El liberalismo es pecado XXXIV. -De una señal clarísima por la que se conocerá fácilmente cuáles cosas proceden de espíritu sanamente católico y cuales de espíritu resabiado o radicalmente liberal.

El liberalismo es pecado, Félix Sardà i Salvany

XXXIII Cuáles son los medios más eficaces y oportunos que cabe aplicar a pueblos señoreados por el Liberalismo.

 

Indicaremos algunos.

1.° La organización de todos los buenos católicos. Sean pocos, sean muchos los católicos en una localidad conózcanse, trátense, júntese. Hoy no debe haber ciudad o villa católica sin su núcleo de gente de acción. Esto atrae a los indecisos, da valor a los vacilantes, contrapesa la influencia del qué dirán, hace a cada uno fuerte con la fuerza de todos. Aunque no seáis más que una docena de corazones firmes, fundad una Academia de Juventud católica, una Conferencia, siquiera una Cofradía. Poneos luego en contacto con la Sociedad análoga del pueblo vecino o de la capital; apoyaos de esta suerte en toda la comarca, Asociaciones con Asociaciones, formando como la famosa testuda que formaban los legionarios romanos juntando sus escudos, y esto os hará invencibles. Así unidos, por pocos que seáis, levantad en alto la bandera de una doctrina sana, pura, intransigente, sin embozos ni alteración, sin pacto ni avenencia alguna con los enemigos. Tiene la firma intransigencia su aspecto noble, simpático y caballeresco. Es grato ver a un hombre azotado como un peñasco por todas las alas y todos los vientos, y que se está fijo, inmoble, sin retroceder. Buen ejemplo sobre todo; ésta constante. Predicad con toda vuestra conducta, y predicad en todas partes con allá. Ya veréis cómo os será fácil, primero imponer respeto, luego admiración, después simpatía. No os faltarán prosélitos. ¡Oh, si comprendiesen todos los católicos sanos el brillante apostolado seglar que de esta manera pueden ejercer en sus respectivas poblaciones! Asidos al párroco, adheridos como la hiedra al muro parroquial, firmes como su viejo campanario. pueden desafiar toda tempestad y hacer rostro a toda borrasca.

2.º Los periódicos buenos. Escoged entre los periódicos buenos el mejor y que mas se adapte a las necesidades e inteligencia de los que os rodean. Leedlo, pero no os contentéis con eso, dadlo a leer, explicadlo y contadlo, haced de él vuestra base de operaciones. Haceos corresponsal de su Administración, cuidad de hacer las suscripciones y pedidos, facilitadles a los pobres menestrales y labriegos esta operación, la más enojosa de todas. Dadlo a los jóvenes que empiezan sus carreras, proponédselo por lo bello de sus formas literarias, por su académico estilo, por su gracejo y donaire. Empezarán por gustar de la salsa, y acabarán por comer lo que con ella viene guisado. Así obra la impiedad, y así hemos de obrar nosotros. Un periódico sano es de necesidad en el presente siglo. Dígase lo que se quiera de sus defectos, nunca igualarán éstos a sus ventajas y beneficios. Conviene, además, favorecer la circulación de todo otro impreso de análogo carácter, el folleto de circunstancias, el discurso notable, la enérgica Pastoral, etc.

3.º La escuela católica. Donde el maestro oficial sea buen católico y de confianza, apóyesele con todas las fuerzas; donde no, procúrese hablar claro para desautorizarle. Es en este caso la peor plaga de la localidad. Conviene que conozca todo el mundo por diablo al que es diablo, a fin de que no se le entregue incautamente lo principal, que es la educación. Cuando así sea, búsquese modo de plantear escuela contra escuela, bandera contra bandera; si hay medio, búsquese de Religiosos; si no le hay, póngase a esta buena obra cualquier integro seglar. Dese gratuita la escuela y a horas convenientes para todos; de mañana, de tarde, de noche; los días festivos atráigase a los niños regalándolos y acariciándolos. Y dígaseles francamente que la otra escuela del maestro malo es la escuela de Satanás. Un revolucionario célebre, Danton, gritaba sin cesar: "¡Audacia! ¡Audacia!" Nuestro grito de siempre ha de ser: ¡Franqueza! ¡Franqueza! ¡Luz! ¡Luz! Nada como esto para ahuyentar a los avechuchos del infierno, que sólo pueden seducir a favor de la obscuridad.

 



XXXII.-Causas permanentes del Liberalismo en la sociedad actual. Indice de "El liberalismo es pecado XXXIV. -De una señal clarísima por la que se conocerá fácilmente cuáles cosas proceden de espíritu sanamente católico y cuales de espíritu resabiado o radicalmente liberal.