IX.-De otra distinción importante, o sea del Liberalismo práctico y del Liberalismo especulativo o doctrinal. Indice de "El liberalismo es pecado XI.-De la última y más solemne condenación del Liberalismo por medio del "Syllabus" .

El liberalismo es pecado, Félix Sardà i Salvany

X El Liberalismo de todo matiz y carácter, ¿ha sido formalmente condenado por la Iglesia?.

 

Sí; el Liberalismo en todos sus grados y aspectos ha sido formalmente condenado. Así que, además de las razones de malicia intrínseca que le hacen malo y criminal, tiene para todo fiel católico la suprema y definitiva declaración de la Iglesia, que como a tal le ha juzgado y anatematizado. No podía permitirse que error de tal trascendencia dejase de ser incluido en el catálogo de los oficialmente te reprobados, y lo ha sido en distintas ocasiones.

Ya al aparecer en Francia, en su primera Revolución, la famosa Declaración de los derechos del hombre, en que estaban contenidos en germen todos los desatinos del moderno liberalismo fue condenada esta Declaración por Pío VI.

Más tarde, ampliada esta doctrina funesta, y aceptada por casi todos los Gobiernos de Europa, aun por los propios soberanos, que es una de las más horribles ceguedades que ofrece la historia de las monarquías, tomó en España el nombre con que en todas partes se le conoce hoy de Liberalismo.

Diéronsele las terribles contiendas entre realistas y constitucionales, que mutuamente se designaron desde luego con los apodos de serviles y liberales. De España se extendió a toda Europa esta denominación. Pues bien; en lo más recio de la lucha con ocasión de los primeros errores de Lamennais, publicó Gregorio XVI su Encíclica Mirari vos, condenación explícita del Liberalismo, cual en aquella ocasión se entendía y predicaba y practicaba por los Gobiernos constitucionales.

Mas, avanzando los tiempos y creciendo con ellos la avasalladora corriente de estas ideas funestas, y hasta tomando bajo el influjo de extraviados talentos la máscara de Catolicismo. Deparó Dios a su Iglesia el Pontífice Pío IX, el cual con toda razón pasará a la historia con el dictado de azote del Liberalismo. El error Liberal en todas sus fases y matices ha sido desenmascarado por este Papa. Para que más autoridad tuviesen sus palabras en este asunto, dispuso la Providencia que saliese la repetida condenación del Liberalismo de labios de un Pontífice, al cual desde el principio se empeñaron en presentar como suyo los liberales. Después de él no le queda ya a este error subterfugio alguno a que acogerse. Los repetidos Breves y Alocuciones de Pío IX le han mostrado al pueblo cristiano tal cual es, y el Syllabus acabó de poner a su condenación el último sello. Veamos el contenido principal de algunos de estos documentos pontificios. Sólo unos pocos citaremos entre muchísimos que se podrían citar.

En 18 de Junio de 1871 al contestar Pío IX a una Comisión de católicos franceses, les habló así: el ateísmo en las leyes, la indiferencia en materia de Religión y esas máximas perniciosas llamadas católico-liberales, éstas, sí, éstas son verdaderamente la causa de la ruina de los Estados, éstas lo han sido de la perdición de la Francia. Creedme el daño que os anuncio es más terrible que la Revolución, y más aún que la Commune. Siempre he condenado el Liberalismo católico, y volveré cuarenta veces a condenarlo, si es menester".

En el Breve de 6 de Marzo de 1873 al Presidente y socios del Circulo de San Ambrosio de Milán, se expresa de esta suerte: "No faltan algunos que intentan poner alianza entre la luz y las tinieblas, y mancomunidad entre la justicia y la iniquidad a favor de las doctrinas llamadas católico-liberales, que basadas en perniciosísimos principios, muéstranse halagüeñas para con las invasiones de la potestad secular en los negocios espirituales, e inclinan los mismos a estimar, o tolerar al menos, leyes inicuas, como si no estuviese escrito que nadie puede servir a dos señores. Los que tal hacen, de todo punto son más peligrosos y funestos que los enemigos declarados, no sólo en razón a que, sin que se les note y quizá también sin advertirlo ellos mismos, secundan las tentativas de los malos, sino también porque, encerrándose dentro de ciertos limites, se muestran con apariencias de probidad y sana doctrina para alucinar a los imprudentes amadores de conciliación, y seducir a las gentes honradas que habrían combatido el error manifiesto".

En el Breve de 8 de Mayo de igual año a la Confederación de los Círculos católicos de Bélgica, dice: "Lo que sobre todo alabamos en esa vuestra religiosísima empresa, es la absoluta aversión que, según noticias, profesáis a los principios católico-liberales y vuestro denodado intento de desarraigarlos de los mismos. Verdaderamente, al emplearos en combatir ese insidioso error, tanto más peligroso que una enemistad declarada, cuanto más se encubre bajo el especioso velo del celo y caridad, y en procurar con ahínco apartar de él a las gentes sencillas extirparéis una funesta raíz de discordias, y contribuiréis eficazmente a unir y fortalecer los ánimos. Seguramente vosotros, que con tan plena sumisión acatáis todos los documentos de esta Sede Apostólica, cuyas reiteradas reprobaciones de los principios liberales os son conocidas, no habéis menester estas advertencias " .

En el Breve a La Croix, periódico de Bruselas, en 21 de Mayo de 1874, dice lo siguiente: "No podemos menos de elogiar el intento expresado en vuestra carta, y la cual hemos sabido que satisface plenamente vuestro periódico, de publicar, divulgar, comentar e inculcar en los ánimos todo cuanto esta Santa Sede tiene enseñado contra las perversas o cuando menos falsas doctrinas profesadas en tantas partes, y señaladamente contra el Liberalismo católico, empeñado en conciliar la luz con las tinieblas y la verdad con el error.

En 9 de Junio de 1873 escribía al Presidente y Consejo de la Asociación Católica de Orleáns, y sin nombrarlo retrataba el Liberalismo pietista y moderado en los siguientes términos: "Aunque vuestra lucha haya de trabarse en rigor contra la impiedad, quizá por este lado no nos amenaza riesgo tan grande como por el de ese grupo de amigos imbuidos en aquella doctrina ambigua, que mientras rehuye las ultimas consecuencias de los errores, retiene obstinadamente sus gérmenes, y no queriendo ni abrazarse con la verdad íntegra, ni atreviéndose a desecharla por entero, afánase en interpretar las tradiciones y doctrinas de la Iglesia, ajustándolas al molde de sus privadas opiniones"

Mas para no hacernos interminables y cansados nos contentaremos en aducir las frases de otro Breve, el más expresivo de todos, y que por tal no lo podemos en conciencia omitir Es el dirigido al obispo de Quimper, en 28 de Julio de 1873. En él se dice lo siguiente, refiriéndose el Papa a la Asamblea general de las Asociaciones católicas, que se acababa de celebrar en aquella diócesis: "Seguramente no se apartarán tales Asociaciones de la obediencia debida a la Iglesia ni por los esortos ni por los actos de los que con injurias e invectivas la persiguen; pero pudieran ponerla en la resbaladiza senda del error esas opiniones llamadas liberales, acepta a muchos católicos, por otra parte hombres de bien y piadosos, los cuales por la influencia misma que les da su religión y piedad, pueden muy fácilmente captarse los ánimos e inducirlos a profesar máximas muy perniciosas. Inculcad, por lo tanto, venerable Hermano, a los miembros de esa católica Asamblea, que Nos al increpar tantas veces, como lo hemos hecho, a los secuaces de esas opiniones liberales, no nos hemos referido a los declarados enemigos de la Iglesia, pues a éstos habría sido ocioso denunciarlos, sino a esos otros antes aludidos, que reteniendo el virus oculto de los principios liberales que han mamado con la leche, cual si no estuviese impregnado de palpable malignidad, y fuese tan inofensivo como ellos piensan para la Religión, lo inoculan iFácilmente en los ánimos, propaganda así la semilla de esas turbulencias que tanto tiempo ha traen revuelto al mundo. Procuren, pues, evitar estas emboscadas, y esfuércense en asestar sus tiros contra este insidioso enemigo, y ciertamente merecerán bien de la Religión y de la patria".

Ya lo ven nuestros amigos y también nuestros adversarios: todo lo dice el Papa en esos Breves, particularmente en el último, que de un modo especial deben desmenuzar y estudiar..

 



IX.-De otra distinción importante, o sea del Liberalismo práctico y del Liberalismo especulativo o doctrinal. Indice de "El liberalismo es pecado XI.-De la última y más solemne condenación del Liberalismo por medio del "Syllabus" .