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EL SENTIDO IMPERIAL
Si bien aún no se había
proclamado el impero, la España del descubrimiento y de la
conquista estaba signada por la vocación imperial. Para que el
Rey llegase a ser Emperador, para que aquella vocación se
concretase , era menester que una sola mano reuniese la totalidad
, era preciso que España se hiciese universal. La idea
tradicional del imperio exigía que sus miembros constituyesen
una sola familia, unidos por el culto a un mismo Dios , la misma
cultura , la misma sangre, el mismo comercio. No de otro modo
había sido el Imperio Romano de los primeros siglos, así como
el que patrocinara Orosio y San Agustín ; así lo fue desde
Augusto hasta Justiniano ; después ,aunque en un grado menor, el
imperio Carolingio de los siglos IX y X , y luego , si bien más
restringido todavía, el Sacro Imperio Romano-Germánico. La
España sojuzgada por el Islam durante ocho siglos , hizo surgir
de sus entrañas liberadas el proyecto de un gran destino
universal que, en lo político no necesitaba sino asumir las
propias raíces romanas para transformarse en vocación imperial.
La savia católica, por otra parte, ya había impregnado la
sociedad con su espíritu de aventura, la tendencia a intentar lo
imposible, el menosprecio de los bienes materiales, el sentido de
la hidalguía , elementos constitutivos del espíritu
caballeresco, un estilo tan propio de la hispanidad.
Carlos , nieto de los Reyes Católicos, solo hablaba francés y
flamenco , ignorando la lengua española, estaba rodeado por una
camarilla de holandeses sin el menor sentido imperial. Sin
embargo y a pesar de todo , no fue otro sino él quien tomó de
España la antigua noción de Imperio, y sobre esta base , se
dedico a construirlo. Cuando estaba a punto de salir de España
para dirigirse a Alemania y ser allí coronado, hizo ya su
primera declaración imperial. Fue en las cortes , precisamente
de la Coruña, localidad de donde siglos atrás había salido
Adriano , el gran conductor español del Imperio Romano.
Refiriendose a dicha declaración , comento el P.Mota allí
presente que Carlos no era un rey como los demás sino "rey
de reyes ", pues su imperio constituía la continuación del
Romano-Germánico, y así como ayer España había exportado
emperadores a Roma, " ahora viene el imperio a buscar (otra
vez) el emperador a España , y nuestro rey de España es hecho ,
por la gracia de Dios ,rey de los romanos y emperador del mundo
". Menéndez y Pidal sintetizó así el discurso de Mota :
"Este imperio no lo acepta Carlos para ganar nuevos reinos,
pues le sobran los heredados que son más y mejores que los de
ningún rey ; aceptó el Imperio para cumplir las muy trabajosas
obligaciones que implica , para desviar los grandes males que
amenazan la religión cristiana y acometer la empresa contra los
infieles enemigos de la Santa Fe Católica , en la cual entiende
, con la ayuda de Dios , emplear su real persona ". España
sería el corazón de dicho imperio, su fundamento ,su tesoro ,su
espada.
Desde entonces Carlos se comportó con el gran estilo de un
emperador. Incluso su enfrentamiento con Lutero no careció de
ribetes imperiales. Al dia siguiente de la Dieta de Worms ,
Carlos V les dijo a los príncipes allí reunidos que les daría
su opinión al respecto. Fue su primera declaración en un
trascendente asunto político , completamente suya , así
relatada por el cronista : "Como descendiente de los
cristianísimos Emperadores de la noble nación alemana , de los
Reyes Católicos de España, de los archiduques de Austria y de
los duques de Borgoña , se declaró resuelto a administrar su
cargo de defensor de la iglesia Católica, de la fe Católica, y
de los sagrados usos ordenamientos y costumbres, y a proceder
contra Lutero por manifiesto hereje ". Ello significaba la
pena para Lutero. Los príncipes le respondieron que acaso sería
mejor tratar de convertirlo. Carlos accedió a discutir ,lo cual
no opto a que al mismo tiempo publicase el edicto de Worms, y se
transformase en el paladín del concilio, buscando el medio de
recuperar a los disidentes merced a auténticas reformas
eclesiásticas . Al tiempo que luchaba en defensa de la
ortodoxia, anhelaba que desapareciesen las manchas de la iglesia,
y que en todas las naciones se llevase a cabo la reforma que ya
se había realizado en España. Y así fue como a pesar de las
reticencias de la curia de Roma, el Papa se resolvió a convocar
el concilio. Trento es obra netamente española. Más allá de su
contenido estrictamente religioso , fue una obra imperial
española. Lo fue no solo en su aspecto espiritual, sino incluso
en sus aspiraciones políticas de unir a todos los pueblos de
Europa bajo el mismo signo imperial.
Esta es la España que descubre América. Bien ha escrito
Caturelli que no se trató de un mero "hallazgo" .
Hallar es, simplemente , dar con algo, chocar o topar con una
cosa . Por tanto hallar no significa ,necesariamente , descubrir
,aunque descubrir debe siempre suponer hallar. El mero hallar no
descubre no devela , quedando lo hallado encerrado en su ser que
permanece velado . De ahí que si fuera comprobado alguna vez que
los vikingos llegaron a Groenlandia hacia el 982 y alcanzaron la
bahía de Hudson y El Labrador, lo único que se provaría es que
solamente "hallaron" , toparon con algo sin hacerse
cargo de su ser y su sentido, manteniéndolo en su ahistoricidad.
Dos cosas nos trajo España a los del nuevo mundo: el
Cristianismo y la cristiandad*
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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