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Situación espiritual de España
El descubrimiento de América
ocurre en un momento de verdadera encrucijada histórica.
Comienza la Conquista al culminar el siglo XV y se desarrolla en
el siglo XVI, es decir , cuando en el resto de Europa la edad
media ya no era casi sino un recuerdo del pasado, en medio de una
terrible crisis, en camino de una desintegración progresiva. El
edificio de la cristiandad estaba profundamente conmovido. Las
actividades humanas como el arte, la cultura, la economía etc.,
que antes se desarrollaban en jerarquía y gozosa subordinación
a la teología, ahora buscaban ¨liberarse¨ en sus principios
rectores. Sobre este edificio ya averiado la reforma cayó como
un rayo.
España trato de preservar contra viento y marea, la fe de sus
padres. Para ello debió sacudir el poder de la Media Luna.
Recordemos que la conquista de Granada acaeció precisamente en
1492, tras siete siglos de incesante lucha. Asimismo decretaban
la expulsión de los judíos no bautizados, medida dictada no por
consideraciones racistas, como aseguran los redactores de
Panfletos, sino por motivos religiosos exclusivamente para
preservar la fe del pueblo español, y ello a pensar de que los
reyes catolicos no ignoraba el enorme quebranto económico que
dicha medida iba necesariamente a ocasionar. Doce años antes los
Reyes Católicos habían solicitado del Papa la institución en
España del tribunal de la Santa Inquisición.
Con estas medidas España quedo exenta de la invasión
protestantizante que conmovió el resto de Europa. O mejor, la
supo enfrentar e incluso anticipar en su propio terreno, con una
reforma verdaderamente Católica. Ya en 1473, la decadencia
espiritual del clero español había sido considerada en los
sínodos locales.La voluntad de autocorregirse fue por cierto
eficaz. Al diagnostico certero siguieron los remedios adecuados.
Pensemos que el que por aquel entonces ocupaba la sede pontificia
fue Alejandro VI, de quien dice Pastor que " la iglesia
antigua no hubiera admitido a los grados inferiores del clero, a
causa de su vida, desarreglada" Así que España mal podía
buscar respaldo para su proyecto de autorreforma en la Santa Sede
,demasiado atareada en preocupaciones mundanas y renacentistas.
Fueron pues los Reyes Católicos quienes , ayudados por
eclesiasticos lúcidos y llenos de coraje, debieron asumir la
responsabilidad de la reforma de las instituciones eclesiasticas.
Lo hicieron con la ayuda del Cardenal Mendoza primero, y del gran
Cardenal Cisneros después. Ante todo, lograron del Papa el
nombramiento de un grupo de excelentes Obispos. Cisneros se
abocó principalmente a la restauración de los monasterios,
realizando una reforma que habría de figurar entre las más
impresionantes de la historia eclesiástica. Por otro lado, y
gracias a la inspiración divina, también en aquellas décadas
brotaron del suelo español nuevas congregaciones y ordenes
religiosas, especialmente la militante compañía de Jesús, con
cuya ayuda España se pondría a la cabeza del movimiento de la
contrareforma, llegando a ser el alma del concilio de Trento.
Los hombres del siglo XVI no eran ,por cierto, muy distintos a
los españoles de nuestro tiempo. Y por eso cabe preguntarse
cómo una España menos poblada menos rica , pudo conocer un
siglo de oro tan esplendoroso, engendrando tantos sabios de
renombre universal ,tantos poetas, tantos héroes , tantos
Santos. Los hombres eran como los de ahora, pero la sociedad
estaba organizada de cara a Dios ,conspirando hacia un mismo fin
la Iglesia y el Estado, la Universidad y el teatro ,las leyes y
las costumbres. Si bien los hombres del siglo XVI no fueron
distintos a los de hoy , el ambiente era otro.Se los inducía a
vivir y a morir para la mayor gloria de Dios.
Y así España conservó en su seno todo el ímpetu de la Edad
Media ,ya en disolución en el resto de Europa , se autopreservó
de la corrupción protestante - cosa que nunca le sería
perdonada - ,y corriente renacentista que provenía de Roma ,
realizando un renacimiento propio, de cuño español cuya
concreción arquitectónica sería el Escorial ; al tiempo que
liberaba al testamento clerical de la tentación temporalista
,neutralizaba el influjo de los espíritus intermedios y
conciliantes al estilo de Erasmo , y propiciaba el cultivo
intenso de los estudios teológicos. Así se puso en condiciones
de afrontar el desafío de la conquista.*
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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