XXXI.-De las pendientes por las que con más frecuencia viene a caer un católico en el Liberalismo. Indice de "El liberalismo es pecado XXXIII.-Cuáles son los medios más eficaces y oportunos que cabe aplicar a pueblos señoreados por el Liberalismo.

El liberalismo es pecado, Félix Sardà i Salvany

XXXII Causas permanentes del Liberalismo en la sociedad actual.

 

Hay, además de esas pendientes por donde se va al Liberalismo, lo que podríamos llamar causas permanentes de él en la actual sociedad; y en éstas hemos de buscar los motivos por qué se hace tan difícil su extirpación.

Son en primer lugar causas permanentes del Liberalismo las mismas que hemos antes señalado como pendientes y resbaladeros que llevan a él. Dice la filosofía: Per quoe res gignitur, per eadem et servatur et angetur: "las cosas comúnmente se conservan y aumentan por las mismas causas por las que nacieron. Pero además de ellas podemos aquí todavía señalar alguna que ofrece carácter especial.

1. La corrupción de costumbres. La Masonería lo ha decretado, y a la letra se cumple su programa infernal. Espectáculos, libros, cuadros, costumbres públicas y privadas, todo se procura saturar de obscenidad y lascivia; el resultado es infalible: de una generación inmunda, por necesidad saldrá una generación revolucionaria. Así se nota el empeño que tiene el Liberalismo en dar rienda suelta a todo exceso de inmoralidad Sabe bien lo que éste le sirve. Es su natural apóstol y propagandista.

2º El periodismo. Es incalculable la influencia que ejercen sin cesar tantas publicaciones periódicas como esparce cada día el Liberalismo por todas partes. Ellas hacen, ¡mentira parece!, que (quiera o no) haya de vivir el ciudadano de hoy dentro de una atmósfera liberal. El comercio, las artes, la literatura, la ciencia, la política, las noticias nacionales y extranjeras, todo se da casi por conductos liberales, todo de consiguiente toma, por necesidad, color o resabio liberal. Y se encuentra uno, sin advertirlo, pensando y hablando y obrando a lo liberal; tal es la maléfica influencia de este envenenado ambiente que se respira. El pobre pueblo lo traga con más facilidad que nadie, por su natural buena fe. Lo traga en verso, en prosa, en grabado, en serio, en broma, en la plaza, en el taller, en el campo, en todas partes. Este magisterio liberal se ha apoderado de él y no le deja ni un instante. Y se hace más funesta su acción por la especial condición del discípulo, como diremos ahora.

3.ª La ignorancia casi general en materias de Religión. El Liberalismo, al rodear por todas partes al pueblo de embusteros maestros, ha cuidado muy bien de incomunicarle con el único que le podía hacer notar el embuste. Este es la Iglesia. Todo el empeño del Liberalismo cien años ha es paralizar a la Iglesia, que enmudezca, que no tenga a lo más sino carácter oficial, que no logre contacto con el pueblo. A eso obedeció (confesado por los liberales) la destrucción de los conventos y monasterios; a eso las trabas puestas a la enseñanza católica; a eso el tenaz empeño en desprestigiar y ridiculizar al clero. La Iglesia se ve rodeada de lazos artificiosamente discurridos para que en nada moleste la marcha avasalladora del Liberalismo. Los Concordatos, tal como se cumplen hay día en casi todas las naciones, son como otras tantas argollas para apretar su garganta y entorpecer sus movimientos. Entre el clero y el pueblo se ha puesto y se procura poner más y más cada día un abismo de adiós, preocupaciones y calumnias. Así que una parte de nuestro pueblo, cristiano por el bautismo, sabe tan poco de su religión como de la de Mahoma o de Confucio. Se procura además evitarla todo roce necesario con la parroquia, dándole registro civil, matrimonio civil, sepultura civil, etc., a fin de que acabe de romper todo lazo con la Iglesia. Es un programa separatista completo, en cuya unidad de principios, medios y fines se ve bien clara la mano de Satanás.

Cabe aún apuntar otras causas, pero ni la extensión de este trabajo lo permite, ni todas se podrían decir aquí.

 



XXXI.-De las pendientes por las que con más frecuencia viene a caer un católico en el Liberalismo. Indice de "El liberalismo es pecado XXXIII.-Cuáles son los medios más eficaces y oportunos que cabe aplicar a pueblos señoreados por el Liberalismo.